miércoles, agosto 23, 2006

Palabras de Alejandro Mendez por motivo de los 200 poetas argentinos.

Parece que fue ayer. Todavía resuena el tintineo del último brindis por los cien poetas; y ahora ya estamos festejando el bicentenario.

Sí, 200 poetas puestos a rodar en este lavarropas automático, con el mejor programa de lavado y con ese toque final del suavizante que tanto nos gusta.

Por eso, para celebrar estas 200 mini-antologías, urdidas en esta fábrica textil y textual que es la :: LAE/LEA ::, nos abrimos al mundo con la apertura de la filial en Brasil: ww.asescolhasafectivas.blogspot.com [ a cargo de Aníbal Cristobo] y, próximamente en Perú [cargo de Martín Zúñiga Chávez].

Pronto, el satélite Nahuelito nos permitirá llegar a otros mundos, conectándonos con las poéticas marcianas y venusinas
Para aquellos que han sido mencionados, y aún no han acercado su material, aprovechen esta oportunidad y hagan click en el “enviar” de su correo electrónico.

Estos 200 poetas han tejido una verdadera heterotopía, como en cierta enciclopedia china, donde está escrito que los animales se dividen en a] pertenecientes al Emperador, b] embalsamados, c] amaestrados, d] lechones, e] sirenas, f] fabulosos, g] perros sueltos, h] incluídos en esta clasificación, i] que se agitan como locos, j] innumerables, k] dibujados con un pincel finísimo de pelo de camello, l] etcétera, m] que acaban de romper el jarrón, n] que de lejos parecen moscas [Jorge Luis Borges. El idioma análitico de John Wilkins, Otras inquisiciones]; o como dijo Lautréamont: “bello como el encuentro fortuito entre un paraguas y una máquina de escribir sobre una mesa de disección”

Abrazo fraterno y agradecido.

Alejandro Mendez.